No me digas que eres, el menos perjudicial, José; .... ; si, tu; ... ; ¿quieres que te lo haga recordar? ; ... ; pues, ese día domingo por la mañana, te encontraste con ella. Tu le decias:
-Te amo, te deseo con todo mi ser
Ella, en su completa inocencia, se dio todo de si. Mas tú, ante el placer, no supiste corresponderle, el amor fugó. Ella estaba destrozada en esos momentos…
Pero, no creas que me olvido de ti, Juan; bueno, y yo que; pues, aparecias en los momentos más criticos de mi prima; y, que; aprovechabas esto para llevarla a la cama; bueno, pero...; tu genitalidad estalló las sensaciones, dolores, sufrimientos de tres personas en una misma. Fue la gota que derramó el vaso. Eso causo la enfermedad de su desgracia.
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